#51 Con tacto

Escribe un relato en el que un personaje intenta comunicarse con un ser de otro planeta.

Damos un bote en el Jeep y por poco salgo disparado por el hueco donde antes estaba la puerta. Jane me agarra de la camiseta y me devuelve a mi sitio. Estamos a tan solo 10 Km del observatorio y creo que llegaremos. Hace horas que los hemos perdido de vista, pero seguro que aún nos están vigilando. Suerte que los nuestros también nos vigilan y saben dónde vamos. Llevamos callados desde que subimos al coche, me parece que Jane no lleva bien que la haya secuestrado, pero por lo menos parece entender que es necesario lo que vamos a hacer. Me la llevé del Observatorio del Teide hará dos semanas, cuando estaban siendo atacados. No cuestionó que la sacara de allí en aquel momento, pero cuando le dije dónde íbamos intentó escapar, sin éxito.

Aunque los humanos no lo sepan, lo primero que atacaron ellos fue nuestra nave nodriza. Un visitante pudo pasar una bomba por los mecanismos de seguridad y la explotó, destruyendo todos los sistemas de comunicación con nuestro planeta. Sin posibilidad de pedir ayuda, las demás naves enemigas empezaron a aparecer en los radares, ocultas hasta ahora, y atacaron sin piedad. La nodriza cayó en apenas unas horas, pero por suerte hubo tiempo de evacuar a gran parte de los tripulantes en naves más pequeñas. Yo estaba allí para entregar diversos informes y hablar con mis superiores de lo que había averiguado en la Tierra cuando esto ocurrió.

No sabemos quién nos ataca. Los pocos que les han visto bien han acabado muertos. Hay quien dice que esto es obra de los Bespianos, aunque no deberían estar en esta dimensión. Hasta ahora hemos sobrevivido como hemos podido, mientras nuestros enemigos nos atacan y nos cazan. a nosotros nos atacaron antes de llegar al Jeep y, aunque no les derrotamos, conseguimos escapar. Rompieron una puerta y a mí me hirieron en el brazo, por lo demás estamos bien. Una de nuestras naves apareció en el momento preciso y pudimos alejarnos de allí. Están destruyendo toda posibilidad de contactar con nuestro planeta, de ahí que los grandes observatorios y antenas estén siendo destruidos. El Observatorio de de Arecibo fue de los primeros en ser atacados, pero nuestras defensas han aguantado hasta ahora. Lo malo es que todos los técnicos han muerto y los pocos de los nuestros que podían hacer funcionar esos apartaos también. Mi misión ahora es llevar a Jane hasta allí para, por fin, poder enviar un mensaje de socorro a Bode.

-Mierda...

Jane para el coche y se queda mirando las ruinas de lo que antes había sido el Observatorio.

-Tienes que seguir, confía en mí -le digo, tocándole el brazo para tranquilizarla-.

-No me toques. ¿De qué servirá seguir? Está todo destruido, no debe quedar nada salvable.

-Haz el favor de ir hacia allí. Sé lo que me hago.

Me mira con odio pero me hace caso. Vuelve a arrancar el todoterreno y, antes de llegar a las ruinas, atravesamos la barrera y el Observatorio se alza delante nuestro. Ella para el vehículo otra vez, sin comprender, y unos soldados con armadura bodeana y los ojos brillantes vienen a saludarnos. Les explico mi misión y nos escoltan hasta el interior, donde parece que hay todo un batallón. 

-Dios, qué peste. ¿Qué es eso? ¿Albahaca? -Jane se tapa la nariz y todos empezamos a reír-.

El oficial al mando aparece y me da las gracias en nuestro idioma. Dice que sin mí no habríamos podido ganar esta guerra, ahora solo falta que Jane sea capaz de hacer llegar el mensaje. Con ayuda de unos técnicos encienden la antena, pero una alarma estridente inunda el lugar. 

-¡Nos atacan! Rápido, a las armas.

Los soldados salen en tropel y desde dentro podemos oír los disparos y los misiles. Entre gritos Jane introduce unos códigos y, cuando aparece una pantalla en la que meter las coordenadas, se aparta y me deja a mí. Me da tiempo a hacerlo y darle a enviar antes de que la bomba estalle y nuestros cuerpos ardan y se desintegren.

Guillermo Domínguez