jueves, 22 de septiembre de 2016

#8 Diapedesis

Reescribe algo que escribiste hace tiempo, pero usa un narrador distinto.

Aquí tenéis el relato original: Postrimería.

Es estupendo mi trabajo. Constituye un placer especial llevar a las personas hasta su destino final. Antes de que alguien suba apuesto conmigo mismo cómo reaccionará el siguiente pasajero, si es que lo relaciona todo antes de que sea demasiado tarde. Los pasajeros van y vienen, todos con la misma cara de desconcierto. Hasta que descubren la verdad.
A parte de gustarme, sé que lo hago es necesario para la sociedad. Imagínate un mundo en el que nadie muriera, o que al morir sus almas se quedaran donde están. Los cementerios se llenarían de almas en pena que atormentarían a todo aquel que pasara por allí. Igual sería hasta divertido. Pero no, el sistema ya está bien como está, gracias.

Lo que no llego a entender es el miedo que le tienen todos a la muerte. Si supieran que se iban a encontrar a alguien como yo seguro que harían cola para que les llevara. Ahora en serio, no se dan cuenta de que ese miedo les limita en todo los sentidos. Si vieran esa muerte como el fin de una etapa, no como el monstruo debajo de la cama, intentarían vivir la vida al máximo, hacer todo lo que quisieran antes de que fuera demasiado tarde.

Ayer llevé a un señor que se lo tomó bastante bien. Le costó un poco pillarlo todo, pero al menos no me montó una escena. No había sido demasiado bueno en su vida, otro más para la lista, así que le tuve que llevar por el camino largo. Me gustaría saber qué es lo que ven en el otro lado. Pero yo solo hago los viajes de ida, nunca los traigo de vuelta, así que no les puedo preguntar. Ni siquiera sé exactamente lo que hacen allí, nunca me han dejado entrar. "No tienes el rango necesario" dicen. Una mierda los rangos, ni que los necesitara. Yo ya soy feliz siendo chofer, no quiero más trabajo ni responsabilidades. Llevo mucho tiempo en este puesto, ya me he acostumbrado y dudo que pueda cambiar a estas alturas. Pensándolo bien, ni siquiera me acuerdo de cuándo empecé. Hace demasiado tiempo... ¿Puede que haya estado siempre aquí? ¿Pude escoger en algún momento? Igual mi vida (me hace gracia usar esta palabra) ha sido escogida por mí. Tantas preguntas y no sé a quién hacérselas. Puedo preguntarles a mis compañeros después del turno, pero dudo que sepan algo.

Miro arriba y veo unas alas enormes sobrevolando la ciudad. Otra misión para los Cazadores. Me gustaría ver como trabajan, qué hacen con los espíritus vengativos. Aunque seguramente me echarían la culpa a mí por no haberme llevado a todos en su momento. ¡Ni que fuera tan fácil! No puedo obligar a nadie a aceptar su destino e ir a la otra vida, eso tendrían que saberlo.

Una señora está levantando el pulgar, será mejor que la recoja, así que os dejó. Espero que al menos me deje propina.


Guillermo Domínguez

(Si has pillado la referencia de las primeras frases, tienes todos mis respetos.)

Licencia Creative Commons

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...