Escribe un relato sobre un personaje que lleva más de una semana sin dormir.
La reja que me separa del pasillo se abre, despertándome. Por ella entra un guardia, me coge del brazo y me lleva prácticamente a rastras por el largo pasillo. A los lados veo a los demás presos, algunos de ellos fingiendo que están dormidos y otros riéndose de que esta vez me toca a mí, aunque saben perfectamente que el siguiente puede ser cualquiera de ellos.
Otro guardia espera a que lleguemos para abrir la puerta de la sala, en la que me meten y me dejan encerrado. Allí dentro solo hay una silla y, enfrente, una gran pantalla que ya se está encendiendo. Como cada vez que entro aquí, me siento, como si una fuerza me impulsara a ello. Y la película empieza.
Esta vez trata de una familia en su casa de las afueras. El padre está leyendo el periódico, mientras la mujer está cocinando un pastel de chocolate mientras escucha la radio. Parecen felices… De repente pican a la puerta y parece como si estuviera allí dentro de la pantalla. Casi puedo tocar el jarrón del recibidor. El padre se levanta de su sillón y abre la puerta, donde se encuentra a dos agentes de policía, que se identifican y le preguntan si pueden entrar.
La mujer entra en la sala de estar y se sienta junto a su marido en el sofá, secándose las manos, que se acaba de lavar. Mirándoles a los ojos, el policía que parece más mayor les dice que su hijo ha sido secuestrado. Una señora ha visto como dos hombres de negro con pasamontañas cogían a un niño en medio de la calle y lo metían en una furgoneta. Después de ser informados del hecho por la señora, habían ido al colegio más cercano a hablar con los profesores y algunos alumnos, hasta descubrir que el niño secuestrado era su hijo.