Se dice y se oye constantemente que leer es viajar, transportarse a mundos lejanos y nuevos, conocer amigos de tinta y papel, ciudades que prenden a 451º Fahrenheit y otra palabrería pedante que yo y muchos gritamos a los cuatro vientos. Sin embargo, creo que estamos equivocados. A medias.
Los libros de fantasía y aventuras (sobre todo los infantiles y juveniles) nos presentaran mundos y personajes nuevos y devoraremos con ansia su odisea, sintiéndonos atrapados en las redes de la novela, que tirará de nosotros como si fuera el viento que empuja las velas de los barcos perdidos que todos somos. Nos sentiremos aislados del mundo real, el nuestro, el universo del que somos el centro y en el que sentimos que navegamos sin rumbo. Insuflemos aire y leamos, por un rato crearemos la ilusión de que avanzamos hacia nuestra Ítaca personal.
¿Pero qué pasa con los libros que nos anclan a una ciudad que ya conocemos y a personajes tan humanos como nosotros mismos?
Se trata de otro viaje. Un viaje al interior del mar de la metáfora que empiezo a agotar. A nuestro interior, a través de emociones y sentimientos. Y sí, Mercè Rodoreda nos coge de la mano, nos lleva a través de la Barcelona que tanto conocemos y nos suelta en el último instante, a tiempo para que caigamos al abismo desgarrador que poseen todas sus novelas. Lo sufrí ya con La plaça del diamant, pero de eso ya hace muchos años y mi corazón ya ha cicatrizado y olvidado los sentimientos producidos por esta maravillosa autora catalana. Así que me he tirado de cabeza al precipicio y he empezado Aloma. Dos capítulos y ya me ha envenenado el corazón. Y aún no ha pasado nada. Es su prosa, la poesía que encierra, esa tristeza no explícita que de algún modo siempre me emanan sus líneas. Hay mucha ternura también. Y algo de esperanza. Por desgracia, temo que esta dure poco. Voy a seguir leyendo y cuando termine, intentaré volver aquí a expresaros mi opinión y mi viaje literario.
Marina R. Parpal
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía a Mercè Rodoreda, pero me la apunto para investigar.
Los nominé a un premio, espero que se animen a hacerlo :DD http://mangieto.blogspot.mx/2016/05/vivi-blog-awards.html
Nos leemos~
Te recomiendo mucho que leas La plaza del diamante, me marcó muchísimo. Eso sí, Mercè Rodoreda se disfruta más si se conoce un poco su historia, ¡pronto haré una entrada sobre eso! Ah, y gracias por nominarnos al premio, estamos en ello :)
EliminarM'agrada molt molt aquest escrit/reflexió. La veritat és que ja són unes quantes les vegades que entro al blog i el rellegeixo. No podria estar-hi més d'acord i a més, com sempre, em declaro molt fan de la Mercè Rodoreda. I cada dia més de vosaltres dos :D
ResponderEliminarQuan el vaig acabar d'escriure em vaig sentir una mica exagerada o boja, però si t'ha agradat, aleshores ja em sento més normal haha (o les dues estem boges per la Rodoreda, que ja pot ser). Has llegit Aloma?
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