#1 Reunión familiar

Escribe sobre un sueño o pesadilla que hayas tenido esta semana

Extrañas telarañas cubrían el picaporte y el viento ululaba al otro lado de la gruesa puerta de caoba. A pesar de las dudas, llamamos pero nadie abrió. Insistimos una vez más y la puerta cedió bajo la aldaba de cobre. Los pasillos, de techos que se perdían en tinieblas, eran oscuros y largos y la débil luz que se filtraba a través de las sucias y estrechas ventanas cargaba el ambiente de partículas de polvo. En el segundo piso, apoyados en la barandilla, unos extraños seres conversaban en susurros y clavaban sus rojas miradas en nuestros asustados rostros.
Fingimos no verlos y seguimos adelante, buscando la habitación central, donde nos esperaba nuestro amigo. Sus padres discutían en el antiguo salón, lleno de muebles que hubieran sido lo más hace dos siglos. Su tío, el ogro, dormitaba en un sillón que le venía pequeño, pues había estado creado para humanos o criaturas de similar tamaño y él medía casi tres metros. Nuestro amigo, encerrado en la habitación, refunfuñaba dando círculos, pero sonrió al vernos. No llevaba extrañas vestimentas como sus familiares, ni ofrecía un aspecto blanquecino y su altura era la normal. Nos saludamos efusivamente y nos sentamos a freír un huevo para comer. Nuestro amigo nos sugirió comer en silencio y le dio un par de vueltas a la llave de la puerta, temiendo despertar a su horrendo tío, quien le contaba las más largas y aburridas historias cada vez que lo veía alrededor. Además, los primos de su padre le daban mala espina cada vez que venían desde Transilvania y le daban regalos muy raros, como la vez que le trajeron el repelente de ajo, con lo que a él le gustaba.

Marina R. Parpal