En el capítulo de hoy os contaré una historia que ya expliqué (aunque de forma bastante resumida) en Fulgor. Os ha gustado la referencia a la saga de Loureiro, ¿eh? Que conste que no la he leído ni lo pienso hacer.
Como ya os expliqué en la primera entrada de esta sección, casi todos mis relatos están relacionados. En ellos tengo diversas tramas aún por acabar y una de ellas es la de Casandra. Hubo un tiempo en el que tenía bastantes deja vus, lo que intenté plasmar en un relato pero sin que ninguna idea me llegara a gustar. Y al final decidí hacer una de interpretación del mito griego de Casandra, como ya hice con Postrimería y el de Caronte.
Y así surgió Hermana de los hombres*, que pudisteis leer la semana pasada, en el que una chica llamada Casandra podía ver el futuro sin poder cambiarlo. Ella había visto en su propio futuro, que era perfecto, pero el hecho de que ya lo supiera todo de antemano le quitaba las ganas de vivir esa vida.
Esta historia me encantó y como no quería desperdiciar a este personaje que tanto me fascinaba, escribí algún relato más de antes de su muerte (efectivamente, acabo de haceros el spoiler del siglo si no lo habéis leído). Todos los relatos en los que aparece ella ya están colgados en el blog, pero no os digo los nombres para que investiguéis por vuestra cuenta (aunque como pista os diré que le gusta mucho ir en tren...).
Pues un día estaba yo en una librería cuando vi una portada que me llamó mucho la atención. En ella salía una chica en plena lluvia y unas grandes letras a su alrededor en las que se leía FULGOR. Lo cogí y leí la sinopsis y me quedé de piedra. El libro iba de Casandra, una chica que tenía una vida perfecta hasta que tuvo un accidente. Sé que no es exactamente igual, pero lo primero que pensé es que alguien se me había adelantado. Lo abrí y ya en la primera página aparecía una chica pelirroja, tal como había descrito a mi Casandra.
¿Habéis leído a Cristina Fernández Cubas? (Si no lo habéis hecho correr a vuestra biblioteca/librería más cercana y comprar Todos los cuentos, rápido, que no sé cómo habéis tardado tanto si hablo de ella cada día) En su cuento "El hemisferio sur" una escritora sufría una especie de crisis nerviosa y descubría unos libros que hablaban de su vida, de lo que ella estaba viviendo en ese momento. Este relato me vino a la cabeza tras ver todas estas coincidencias y, claro, tuve que comprarlo. Maldito el día que lo hice.
Nos aburriré con lo que pienso de este libro porque todo esta en la reseña que hice. Solo os diré que a parte de tener unos personajes odiosos y estúpidos y una trama sin sentido, es asquerosamente machista. Puede que este verano vayamos al Celsius, donde irá también nuestro amigo Loureiro, al que tengo unas cosas que decirle.
Con lo que quiero deciros tras este monólogo (lo tenéis que imaginar con mi voz) es que muchas de las ideas que hayáis tenido seguramente ya estarán hechas. Pero no por esto tenéis que dejar de escribir, al contrario, siempre podéis superar y reinventar lo que ya está escrito (aunque en este caso sea fácil superarlo). Lo importante es crear, que nadie os quite las ganas.
*Lo he revisado, no creáis que he usado un relato que ya había escrito hace años para los #52RetosLiterUp, pero sí que es cierto que estaba casi todo escrito, solo he modificado algunas cosas.
*Lo he revisado, no creáis que he usado un relato que ya había escrito hace años para los #52RetosLiterUp, pero sí que es cierto que estaba casi todo escrito, solo he modificado algunas cosas.
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