El sabio observa sin demasiado interés los inútiles y ya absurdos intentos de la Bestia por romper la jaula. El animal, obcejado, insiste en intentarlo. El Sabio ríe.
-Hay jaulas que ni siquiera tú puedes romper -enfatiza el pronombre, sabiendo que le hará daño -. Destructora de mundos -lo dice con tono solemne y la ironía resbala en cada sílaba -. Ni siquiera puedes derrotarme. A mí. Al pequeño y débil. Madre jamás quiso otorgarme un poder mejor, pensó que no lo merecía. Se equivocaba, ¡puedo ser el más poderoso! ¡Puedo...! -está gritando. Calla al ver la expresión de la Bestia, es de lástima.
-Nunca has entendido a Madre. Ella no pensó, no se equivocó. Madre es y Madre hace. Madre es Todo. Y para que Todo siga siendo, tú tienes tu deber. Y así tengo yo el mío.
-¡Calla! -pues es cierto.
Ha pasado medio milenio desde que la Bestia intentó hacerle comprender Madre al Sabio pero este sigue sin comprender y empieza largas discusiones al respecto que la Bestia termina por dejar a medias, ignorando sus gritos pidiéndole que responda.
El sabio observa sin demasiado interés los inútiles y ya absurdos intentos de la Bestia por romper la jaula. El animal, obcejado, insiste en intentarlo. El Sabio ríe.
-Hay jaulas que ni siquiera tú puedes romper -enfatiza el pronombre, sabiendo que le hará daño -. Destructora de mundos -lo dice con tono solemne y la ironía trapua en cada sílaba -. Ni siquiera puedes derrotarme. A mí. Al pequeño y débil. Madre jamás quiso otorgarme un poder mejor, pensó que no lo merecía. Se equivocaba, ¡puedo ser el más poderoso! ¡Puedo...! -está gritando. Calla al ver la expresión de la Bestia, es de pena.
-Nunca has entendido a Madre. Ella no "pensó", no se "equivocó". Madre es y Madre hace. Madre es Todo. Y para que Todo siga siendo, tú tienes tu deber. Y así tengo yo el mío.
-¡Calla! -pues es cierto.
El Sabio pierde al ajedrez. Juega solo.
-Otro que muere. ¿No ves que hay algo terriblemente oscuro en tus criaturas? Son capaces hasta de meter la cabeza en el agua hasta ahogarse con tal de acallar la solitud que sienten -la Bestia parece tranquila, cada vez tiene más piel descubierta y el suelo parece una alfombra de pelaje -. Déjame ayudar. Madre estará mejor sin este mundo. El Todo se restaurará. Mira, ¿no ves como me estoy deteriorando? Si dejas que el Todo se rompa...
-¿Quieres callar por una vez? El Todo no va a romperse. Madre no lo permitirá.
-¿Acaso de
-Otro que muere. ¿No ves que hay algo terriblemente oscuro en tus criaturas? Son capaces hasta de meter la cabeza en el agua hasta ahogarse con tal de acallar la solitud que sienten -la Bestia parece tranquila, cada vez tiene más piel descubierta y el suelo parece una alfombra de pelaje -. Déjame ayudar. Madre estará mejor sin este mundo. El Todo se restaurá. Mira, ¿no ves como me estoy deteriorando? Si dejas que el Todo se rompa...
-¿Quieres callar por una vez? El Todo no va a romperse. Madre no lo permitirá.
-¿Acaso debo recordarte qué es Madre?
Jaque mate. El Sabio pierde.
Silencio. La Bestia duerme. El Sabio está absorto en sus hermosas criaturas. Las más importantes del Todo, porque él las ha creado. A veces les regala primaveras, preso de un tierno amor paternal. Otras, ve las debilidades de las que la Bestia habla y destruye a unos cuantos de centenares. Cuando la Bestia sueña, él llora.
Marina R. Parpal
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